La charrería, deporte nacional
La charrería va mucho más allá de la ejecución de suertes a caballo o de lucir la majestuosidad de un traje de charro. Se trata de un deporte ecuestre que, como disciplina deportiva, requiere mucho esfuerzo, preparación física y una gran concentración para llevarlo a cabo.
La Asociación Nacional de Charros define la charrería como la práctica de la equitación a la usanza nacional y de las diversas formas de jaripeo, así como una de las tradiciones mexicanas más representativas en la que se exalta el valor, la intrepidez y la hombría del charro, además del brío y la estampa del caballo, enmarcados en una fiesta de música y color.
La charreada es una competencia que puede desarrollarse en distintas modalidades, bien sea individual o por equipos, y/o en distintas categorías. Por equipos, consiste en realizar las faenas charras que son nueve y se integran de diez suertes; pueden competir dos o tres equipos y también un equipo o dos de escaramuza charra, según las características con las que sea convocada la charreada.
Éstas pueden ser en las categorías infantil, juvenil, adultos y mayores.
Actividad de gran esfuerzo
Para quienes se dedican a la charrería, esta disciplina les requiere de una gran pasión, de muchas horas de práctica y de una gran condición física.
"Mucha gente cree que porque estamos arriba de un caballo no se requiere de mucho esfuerzo. Pero no es así; nosotros debemos ejercitarnos para tener una gran condición física, porque estar arriba de un caballo cansa, y cansa mucho. Por eso debemos realizar una rutina de ejercicio aparte de los que ejecutamos montados en el equino", asegura Sandra Ruiz Nicolín, integrante de la escaramuza del Lienzo Charro de Naucalpan, Estado de México.
Sandra indica que la charrería, por lo regular, es herencia familiar, como es su caso, porque desde pequeña vivió la emoción de los rodeos, admiró la belleza de los trajes y heredó el amor de sus padres por esta actividad, además de conocer la nobleza de los equinos.
Aunque destaca que además de todos estos factores, tiene el plus de que se trata de un deporte, y como tal, es una actividad que repercute de manera positiva en la salud.
Como parte de una escaramuza (equipos de ocho mujeres que compiten con ejercicios de precisión arriba de un caballo con acompañamiento musical), Sandra Ruiz aclara que para tener un buen nivel arriba del caballo, ella practica durante varias horas dos veces a la semana, desde hace más de 15 años aproximadamente.
Otro de los aspectos que destaca la integrante de la escaramuza, es que ser charro o charra no solo implica tener un buen desempeño en el caballo o con la reata, sino que es una forma de vida, un respeto por nuestras tradiciones, por la imagen y el traje de charro.
"Los que somos charros le debemos un gran respeto al traje. Lo debemos portar con gran orgullo, vestirlo dentro de casa y regresar con éste. La imagen que en muchas películas se le ha dado al charro no va con nuestra realidad; ser charro no es sinónimo de ser macho, sino que es símbolo de toda la mexicanidad".
Sobre esto, el reglamento de la Federación señala que "todo charro, competidor o no, deberá permanecer en las instalaciones de un lienzo charro, antes, durante y después de una competencia, correctamente vestido".
El origen charro
Desde 1933, la charrería está considerada como el deporte nacional oficial, cuya Federación se ha encargado de darle su propio reglamento y consolidarlo como un gran deporte mexicano y de gran reconocimiento en el extranjero.
El origen de este deporte, destaca la Federación Mexicana de Charrería, "data de poco después de la Conquista. Para poder ayudar con la ganadería en las haciendas, los pueblos nativos fueron entrenados para montar a caballo y atender al ganado, dando lugar a una mezcla de las culturas española e indígena".
Como deporte, la charrería tiene un calendario de competencias (oficiales o amistosas), que se llevan a cabo en los lienzos charros de diversos puntos del país, donde pueden participar las diferentes categorías de esta disciplina, que va desde las ligas infantiles como Dientes de leche, que incluye a los niños menores de nueve años con once meses, hasta adultas, donde no hay límite de edad.
Para unirse a la gran familia charra de México no hay edad, peso o estatura requerida; el único requisito es tener un caballo. Si está interesado, contacte a la Federación Mexicana de Charrería A.C. en su página web: www.decharros.com

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Comentarios

  1. Yacsely.Que interesante esete tema solo que es un poco dificil yse a ido extinguiendo

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  2. la charreria es un deporte igual ah muchos son muy arriesgados pero debemos practicarlos

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  3. claro que todo deporte tiene su riesgo .

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  4. Me pareció que la charreria es un deporte que se esta dejando de practicar en mexico y que es algo muy arriesgoso practicarlo

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